Bienvenid@s a la lección básica sobre probióticos. Para empezar desde lo más básico, iniciemos con una definición sencilla de la Organización Mundial de la Salud:
“Los probióticos son microorganismos vivos que de ser administrados en cantidades adecuadas, confieren en beneficios de salud para el huésped”
Para dejarlo en claro y criollo, los microorganismos serían las bacterias y “el huésped”, la persona que las ingiere.
La mayoría de las bacterias que viven en nuestro cuerpo están ubicadas en el intestino.
Tener las bacterias intestinales adecuadas está relacionado con numerosos beneficios para la salud, incluida la pérdida de peso, una mejor digestión, una función inmunológica mejorada, una piel más saludable y un riesgo reducido de muchas enfermedades.
La flora intestinal está compuesta por cientos de distintos tipos de microorganismos. Muchos buenos, pero también algunos malos, por lo que es esencial tener la flora bien poblada de buenos guerreros que ayuden al colon y al aparato digestivo a realizar su trabajo.
El impacto en la salud digestiva
Los probióticos se investigan ampliamente por sus efectos sobre la salud digestiva.
Una fuerte evidencia sugiere que los probióticos pueden ayudar a curar la diarrea asociada a los antibióticos.
Cuando las personas toman antibióticos, especialmente durante períodos prolongados, a menudo experimentan diarrea, incluso mucho después de que se haya erradicado la infección.
Esto se debe a que los antibióticos matan muchas de las bacterias naturales en su intestino, lo que cambia el equilibrio intestinal y permite que prosperen las bacterias dañinas.
Los probióticos también combaten el síndrome del intestino irritable (SII), un trastorno digestivo común, que reduce los gases, la hinchazón, el estreñimiento, la diarrea y otros síntomas. Así como también combate el estreñimiento crónico y por ende puede llegar a prevenir el cáncer de colon.
Por otra parte, se ha demostrado también que las buenas bacterias que ingresan a tu cuerpo alivian síntomas de acidez y gastritis, tanto crónica como esporádica.
¿Quién debería consumirlos?
- ¡Todos! Jiji. Aunque no tengas ninguno de los problemas que señalamos o indicaremos más adelante, los probióticos son buenos para todos y te ayudarán a mantener un buen estado de salud en general.
- Personas con trastornos de humor, atención o depresión.
- Personas con alergias crónicas a las comidas o tópicas como eczema.
- Personas con problemas digestivos, de cualquier índole.
- Personas con infecciones urinarias recurrentes o esporádicas.
- Personas con enfermedades inmunológicas.
- Personas que toman muchos antibióticos.
- Personas intolerantes a la lactosa.
- Personas con diabetes.
- Personas con problemas de vesícula.
¿Qué productos contienen probióticos?
- Yogurt normal. Es un ejemplo clásico y puedes seguir consumiéndolo porque es buenísimo, pero no tiene las cantidades grandes de microorganismos que tienen otros productos.
- Yogurt probiótico bebible.
- Yogurt de kefir
- Agua de kefir
- Soda probiótica
- Kombucha
- Soda de jengibre
- Alimentos fermentados
- Suplementos en jarabe o pastillas. (Consulte siempre a su médico)
¿Qué debes tener en cuenta?
- Si no estás acostumbrado a consumirlos, debes empezar por cantidades pequeñas y espaciadas. Nosotras recomendamos empezar con medio vaso en la mañana, en ayunas, pero después de haber tomado bastante agua y otro medio vaso en la noche antes de acostarse.
- Puede suceder que sientas cierto movimiento en tu estómago, en especial si no tienes problemas de estreñimiento. Esto por un lado pueden ser pequeños dolores abdominales, como ganas de ir al baño, pero tranqui es simplemente porque tu flora está re poblada. En un par de días estará todo normal.
- Por otra parte, si ya estás acostumbrado a tomarlos, siempre recomendamos que después de un tiempo rotes entre ellos. En especial si tienes problemas digestivos, tu intestino se acostumbra a lo que recibe, así que está bueno darle distintos tipos de probióticos.
