Si tendría un peso por cada vez que escuché: “El pan engorda”. De seguro ya tendría una cabaña top en Balí. Es más, lo vengo escuchando desde que tenía 10 años. Ojo: Es súper riesgoso decir esas cosas en frente de niñas y niños, pero ese es otro tema para otro día.
Sabemos que el dicho del pan es el más popular, pero no es el único alimento condenado a la estigmatización del “engorda o no engorda”. Delicias como los fideos, el arroz, la papa, las galletas e incluso las bananas, han sido añadidas durante años a la lista de alimentos prohibidos.
Primero dejemos en claro algo que es súper básico. Nada, pero nada, en sí mismo “engorda” más o menos que otro alimento. El famoso “engorde” viene de una operación matemática simple que es comer más calorías de las que uno utiliza durante el día. Esto puede pasar por comer pan de harina de almendra o pan de harina de trigo. No hay mucha más vuelta que darle.
Pero entonces, ¿por qué se ha condenado a los carbohidratos a una vida de culpa? Bue, principalmente porque al empezar una dieta que suprime los carbohidratos, se baja relativamente rápido de peso. Pero esto es más que todo un efecto inicial que sucede a partir de la reducción de agua en el cuerpo. Algo que eventualmente se estanca y no es del todo sostenible.
Analicemos rápidamente lo que los carbohidratos hacen por el cuerpo.
- Cuando se consumen, los carbohidratos se descomponen en azúcares simples.
- Los niveles de azúcar aumentan y el páncreas libera insulina.
- La insulina es una hormona necesaria para mover el azúcar de la sangre a las células.
- Este azúcar se utiliza luego como energía.
Entonces, en fácil:
Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo.
Al reducir los carbohidratos al mínimo en la dieta, se producen cambios fisiológicos importantes. Un par de cosas que se pueden notar son un metabolismo más lento y falta de energía.
¿Por qué sucede esto?
La causa de un metabolismo más lento es el resultado de la falta de carbohidratos en la dieta. Nuestra tiroides produce una hormona llamada T3. La T3 es importante para el control de la glucosa en sangre y para mantener funcionando el metabolismo. Sin niveles suficientes de T3, la tiroides no funciona tan bien como debería.
Como se indicó anteriormente, los carbohidratos son la principal fuente de energía de tu cuerpo. Es su gasolina favorita. Sin esta fuente de energía primaria, el cuerpo no sabrá qué buscar de inmediato, por lo que recurre a las grasas y proteínas para convertirlas en energía. Muchas veces incluso empieza a morfarse tus músculos, cosa que no queremos.
Por otra parte, la falta de carbohidratos también es asociada con estreñimiento, cansancio, debilidad, falta de concentración, cambios repentinos de humor y acné. Es importante resaltar además que en las mujeres a la larga, tiene un efecto directo en imbalances hormonales y enlentecimiento del metabolismo. Aspectos que son muy difíciles de volver a regular.
Adicionalmente, el reducir al mínimo o eliminar por completo un grupo de macronutrientes ocasiona también un deterioro a la salud mental. Al reprimir nuestras ganas de comerlos generas aún más antojos y ansiedad por no poder consumirlos. Lo que puede resultar en atracones. Es riesgoso en cuanto a relación saludable con la comida y desordenes alimenticios.
Igual, sabemos que hay muchas personas que disfrutan de estilos de vida reducidos en carbohidratos, por lo que no los condenamos, pero sí esperamos que siempre se investigue y se sepa realmente qué esperar de efectos a largo plazo.
¿Es sostenible una dieta baja en carbohidratos? Para la mayoría de las personas, no. Un estilo de vida saludable significa BALANCE. Alimenticio, mental y de movimiento. Una alimentación completa incluye carbohidratos simples y complejos. Te mantienen feliz, sano y con energía para rendir al máximo nivel.
No les tengas miedo.
